Los efectos de fumar en la cirugía estética

El 13 de noviembre del 2015 | Por Clínica La Femme | Escribir un comentario

Todos sabemos que fumar es dañino para la salud, que causa lesiones crónicas a varios órganos, como los pulmones, los vasos sanguíneos, el corazón y la piel. Inhalar de forma continua el estimado de 7000 químicos que se encuentran en el humo del cigarro está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer al pulmón, enfermedades del corazón y derrame cerebral. El contenido de los productos de tabaco, en particular la nicotina, tiene gran importancia si el fumador está interesado en someterse a una cirugía estética. En relación a la cirugía estética, fumar puede incrementar los riesgos asociados con la cirugía al comprometer el proceso de curación. En particular, la nicotina causa una profunda contracción de los vasos sanguíneos en todo el cuerpo. Así, las células especiales que deben viajar por la sangre hasta las áreas en curación no pueden realizar su función. Esto ocurre sin importar si el paciente fuma o mastica goma de mascar de nicotina o utiliza parches de nicotina.

La cirugía estética depende del flujo sanguíneo

Varios procedimientos de cirugía estética involucran remodelar o eliminar segmentos de tejidos de una ubicación a otra, con el fin de mejorar la apariencia, la función o ambos. Para que esto ocurra, una porción del flujo sanguíneo del tejido debe ser cortado por el cirujano, pero no lo suficiente para causar problemas. Esto sucede, por ejemplo, en el estiramiento facial, la abdominoplastía, el levantamiento de mamas.

Durante estos procedimientos quirúrgicos, se corta a propósito una porción de los vasos sanguíneos que transportan la sangre al área. El flujo sanguíneo restante es más que suficiente bajo condiciones normales, pero lo es menos en pacientes que utilizan productos que contienen nicotina. Un flujo sanguíneo insuficiente evita que los tejidos obtengan suficiente oxígeno para sobrevivir, lo que provoca la destrucción del tejido o la incapacidad de curarse adecuadamente. Como resultado, hay problemas en la curación de las heridas o, incluso, pérdida de una gran cantidad de piel en un proceso llamado necrosis. En consecuencia, es fundamental que permanezca en el área un adecuado flujo sanguíneo que permita una curación adecuada.

Fumar incrementa los riesgos relacionados con el procedimiento

Están bien documentados los efectos negativos en el sistema circulatorio y en el suministro sanguíneo causados por fumar. Los fumadores que se someten a una cirugía tienen un mayor riesgo de:

  • Experimentar alguna forma de deficiencia de oxígeno.
  • Desarrollar coágulos de sangre.
  • Contraer una infección.

En algunos casos, el riesgo de un paciente provocado por fumar durante mucho tiempo puede descalificarlo para recibir un procedimiento cosmético.

Por qué fumar dificulta una buena cirugía estética

Al hacer estas cirugías, en realidad se opera en el límite de lo que permite la circulación a la piel y otros tejidos. Estamos al filo de la navaja. Sin embargo, para obtener una circulación adecuada, debemos no solo dejar suficientes vasos sanguíneos intactos, sino asegurarnos de que la sangre que fluye por estos vasos sea suficiente. Ciertas cosas pueden afectar este flujo sanguíneo y el peor es el humo de cigarro. Aunque la nicotina en el humo del cigarro es el elemento más peligroso, el monóxido de carbono y el cianuro de hidrógeno tampoco ayudan mucho.

Fumar causa que necesites más anestesia y analgésicos

Un estudio reciente (junio 2015) presentado en la Organización Europea de Anestesiología (European Society of Anesthesiology) confirma lo que por mucho tiempo se ha sospechado en el quirófano. Comparados con las personas que no fuman, los fumadores necesitan 33% más anestesia a lo largo de la operación y un 23% más medicamentos para el dolor luego del procedimiento para lograr los mismos resultados. Sin embargo, el estudio fue más allá. Aquellos que no fumaban pero que estaban expuestos al humo del cigarro requerían 20% más anestesia y 18% más analgésicos que aquellos no fumadores y que no estaban expuestos al humo.

La nicotina evita una buena curación

La nicotina causa que los vasos sanguíneos se estrechen, es decir, reduzcan de tamaño (diámetro) y el flujo sanguíneo en ellos caiga. La nicotina también puede provocar que la sangre coagule con más facilidad y puede obstruir pequeños vasos sanguíneos y capilares. Estos efectos son muy serios porque disminuyen del flujo de sangre a los tejidos y pueden provocar complicaciones devastadoras.

Efectos de fumar en la recuperación de una cirugía estética

Muchos fumadores afirman que nunca han tenido problemas de curación, entonces por qué los tendrían ahora. Volvamos a lo de vivir al filo de la navaja. Lo que se hace cuando se mueven tejidos en las operaciones de cirugía estética es muy diferente a, digamos, una histerectomía. En esta operación los tejidos no se mueven de la misma forma y el flujo de sangre a la piel no se altera. Con esto no decimos que no tendrás complicaciones con la histerectomía si fumas, pero tienes mayor riesgo en los procedimientos de cirugía estética.

La solución para todo esto es muy directa: dejar de fumar. No es más complicado que eso. Si eres un fumador y no te detienes, esto puede llevarte al límite cuando tengas una cirugía.

Conclusión

¿Cuál es la moraleja de la historia? Si eres un fumador y piensas en someterte a una cirugía estética, deja de fumar. Algunos cirujanos pedirán a sus pacientes que dejen los productos que contienen nicotina por hasta cuatro semanas antes y después de la cirugía, dependiendo del paciente y del procedimiento.

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